La leyenda del Cenzontle nos narra una bella
historia sobre una hermosa joven quien fue
capturada por su voz y su belleza, su mano
fue prometida a Xomecatzin (el señor del Sauce)
quien le ofrecía todo tipo de riquezas durante
su encierro.
Xomecatzin no lograba entender los motivos por
los cuales su hermosa esposa no emitía ninguna
palabra o sonido melodioso. La leyenda nos
cuenta que, al morir aquella jovencita de
tristeza, al no poder ser libre, Xomecatzin
escuchó el canto de un pequeño pájaro. El señor
del Sauce bautizó en ese momento al ave con el
nombre de su difunta esposa, Cenzontle.
Cenzontle renació para cantar y vivir en libertad.
Al igual que Cenzontle, las mujeres han renacido
y han encontrado en el proceso su voz, una
voz que retumba en los oídos de aquellos
que buscan silenciarlas.
¡Vuelen y canten en voz alta!