Las danzas convierten la comunidad intangible en
una realidad; un sentido de comunidad es creado
a través de varias generaciones de danzantes que
se unen para aprender y continuar sus prácticas
tradicionales. Lazos como la danza y la música
son una forma de enseñar a a las nuevas
generaciones acerca de su pasado y cultura.
Aprender las danzas es un punto clave para la
preservación de la identidad; los danzantes se
convierten en los maestros de la siguiente
generación creando un vínculo entre el pasado y
el presente. La danza puede servir como un recurso
de entretenimiento y también para la preservación
de la cultura a través de los danzantes y la
audiencia. En antropología se caracteriza a las
manifestaciones estéticas-sociales como la música,
las canciones o los diseños de la ropa y en este
caso la danza como el uso creativo del cuerpo
dentro de un sistema culturalmente específico.
“Es por eso que la danza ha representado un
problema para la colonización, por ser un modo
de resistencia política o de rebelión. Los
danzantes convierten el escenario en la resistencia
a la dominación y en un modo de combatir la
ausencia de las culturas originarias en la historia.”